La presencia de amoniaco procedente de purín en el aire que los lorquinos respiramos ha ido incrementando estos últimos años de forma inevitable, el gran aumento que la cabaña porcina ha registrado en nuestro municipio y la falta de un tratamiento adecuado para su neutralización son la causa fundamental

Las emanaciones producidas por este residuo, también muy usado como fertilizante en cientos de hectáreas agrícolas de la comarca, pueden producir efectos adversos para la salud…
Los ciudadanos de Lorca acostumbrados a convivir durante siglos en muchas partes de nuestra geografía con tradicionales y racionales explotaciones ganaderas sin mayores problemas, estamos asistiendo estos últimos tiempos a un cambio de modelo que ha aumentado notablemente la cría de cerdos con explotaciones intensivas no inferiores a 2.000 cabezas, así como la llegada de empresas ajenas a nuestro municipio que han proliferado por buena parte del territorio aprovechando la amplia extensión de nuestra localidad. Esto ha llevado a unos niveles de amoniaco en el aire que respiramos altamente preocupante.
Las emanaciones producidas por este residuo, también muy usado como fertilizante en cientos de hectáreas agrícolas de la comarca, pueden producir efectos adversos para la salud como hipertensión, según advierten prestigiosos neumólogos como por ejemplo el Doctor Jesús Martínez Moratalla, en base a numerosos estudios científicos.
Ante tal incremento de emisiones, parece ilógico que no exista una estación medidora de partículas de amoniaco Nh3 (no nos consta su existencia en nuestro municipio), que prevenga a los ciudadanos en episodios de altas concentraciones especialmente los más sensibles a la contaminación del aire. Una cuestión de salud pública, que debería ser atendida lo antes posible desde las Instituciones regionales y locales, que han de defender el interés general de los habitantes de nuestro municipio.
Por tanto, reclamamos que, en el periodo más breve posible, sean monitorizadas las partículas Nh3 en la atmósfera con la colocación de estaciones medidoras. Sobre todo, en puntos donde existan gran concentración de macrogranjas y núcleos urbanos. A fin de salvaguardar la salud de los lorquinos.
Agustín Aznar Martínez dice
No solamente no se mide las partículas de admoniaco Nh3 si no que tampoco hay ningún tipo de control de los kg de nitrógeno con sus vertidos de purines, que se vierten en las parcelas agrícolas, ni se analizan para ver si hay necesidad de suministrarle o están saturadas, están utilizando la tierra como barranco de vertidos aunque se encuentre como barbecho que está prohibido su abonado de purines durante este proceso tan necesario para que la tierra se regenere y vuelva a recuperar sus propiedades, como tampoco hay ningún control sobre el número de cabezas que contienen las macrogranjas, cuando sabemos que bastantes cebaderos procedentes de familias que abandonaron su uso, se han arrendado al sector intensivo el cual introduce cerdos hasta que dispongan de un centímetro de espacio, siendo intensiva su crianza y destrozando la salud y sistema nervioso de sus vecinos.
Sinceramente creo y no comento en vano, que si nuestras administraciones cumplieran con sus obligaciones, habría las mismas macrogranjas causando la mitad de los daños medio ambientales a nuestro planeta, a su biodiversidad y a la salud de las personas, todo esto me lleva a pensar que nuestras administraciones están intervenidas por los lobbis del sector macro industrial de ganadería y también de agricultura.
Madriz dice
El amoniaco es un gas volátil que se puede medir con estaciones del control del aire. los purines vertidos a la tierra han de ser controlados de otra forma. Ese control parece que no se lleva a cabo con diligencia, aunque si hay una normativa, en cambio el amoniaco nadie lo controla y es muy probable que estemos respirando valores muy superiores a lo admisible. Nuestra petición es un paso más a otros controles como los que aludes y que por supuesto que deberían evaluarse.
Gracias Agustín por tu aportación.
Madriz dice
Gracias por tu información y participación.