La plaza de la Bordadora es quizás uno de los rincones más bonitos de Lorca por su paisaje urbano, compuesto por vegetación extrañamente abundante en el centro de la ciudad, una bonita estatua en bronce de la escultora lorquina María Dolores Fernández Arcas y, cómo no, el majestuoso y barroco Palacio de Guevara.
A la plaza no le faltan bancos y una fuente que funciona según su programación, lo que puede añadir, en tan precioso lugar, un goce añadido a los transeúntes.
Los ejemplares vegetales más emblemáticos son un conjunto de soberbias yucas que embellecen el entorno, a falta sólo de un saneamiento que elimine sus hojas secas. Pero su planta es espléndida y merecen destacarse como unos de los ejemplares dignos de conservarse dentro de la ciudad.
Texto y fotos: Manuel Martín