En este artículo vamos a retratar ciertos errores históricos, que en pasadas décadas se han cometido en nuestra localidad en nombre de un supuesto progreso, palabra que suele ir acompañada de una frase muy utilizada por los propulsores de estas ideas “se crearán puestos de trabajo”

En nombre del progreso y el avance de una supuesta modernidad que no tenía en cuenta la esencia y raíces del pueblo, una mayoría de ciudadanos han bajado la mirada o se han dejado embaucar, por unas ideas desarrollistas recogidas por charlatanes, cuyo único interés era el suyo propio. Por encima de preservar una Lorca verdaderamente Monumental.
Estas situaciones se han dado a lo largo del tiempo, las que destacamos en imágenes comparativas fueron en tiempos de dictadura y democracia. En general ha faltado sensibilidad por el patrimonio, lo que ha impedido preservar elementos importantes de identidad, por encima del interés particular, el mismo que se disfraza de progreso.
Los habitantes de la ciudad de Lorca a lo largo de los siglos, no hemos puesto decidido interés en preservar nuestro importante patrimonio arquitectónico y ambiental.
En la actualidad, aparecen voces más críticas cuando suceden episodios controvertidos comparables a los que hacemos referencia, aunque siempre hay poderes interesados y connivencia con responsables de las administraciones dispuestos a pasar por encima del bien común. También, es indudable que hay servidores públicos y cada vez más colectivos dispuestos a hacer cumplir la Ley y salvaguardar el patrimonio de todos.
No podemos seguir pensando que vivimos en tiempos de los Santos Inocentes de Delibes. Debemos reaccionar cuando se den situaciones de abuso que afecten a nuestro entorno. El tramposo no debe sentirse cómodo en nuestra ciudad y hay que exigir a los responsables que la ley impere.
Es continuo oír comentarios melancólicos recordando los viejos edificios emblemáticos, las otrora más densas Alamedas, Plazas centrales ajardinadas o calles de arquitectura tradicional, donde de niños muchos adultos de hoy pasaban su tiempo libre. Todos esos bienes, hoy desaparecidos en buena parte o distorsionados, son los que crean raíces entre una ciudad y sus habitantes. Esos felices recuerdos de infancia o adolescencia se ven mutilados cuando los escenarios sobre los que sucedieron son destruidos: edificios clásicos, calles tradicionales con edificios modernos descontextualizados o, que se talen unos árboles asentados durante décadas. En Lorca estos episodios han sido continuos.
Todas estas pérdidas a lo largo de décadas han supuesto no solo un grave perjuicio para la ciudad y sus habitantes, esas actuaciones van en contra de un modelo de Lorca más atractivo para el comercio y el turismo truncando oportunidades de futuro que ya no serán posibles. Recuerden la Calle Mayor del Barrio y sus comercios, desde los años sesenta del pasado siglo fue perdiendo derribo tras derribo su arquitectura en favor de edificios “modernos”, díganme que atractivo arquitectónico tiene hoy esta importante vía.
Estamos seguros que todo aquel que lea este artículo y observe las instantáneas volvería atrás en el tiempo y levantaría su voz contra esas aberraciones. En la Lorca de hoy existen episodios comparables en los ámbitos mencionados del patrimonio arquitectónico y natural, de nosotros depende permanecer impasibles como unos santos inocentes o levantar la voz ante abusos de poder que afectan a nuestra vida de una u otra forma.
Pedro Quiñonero – BosqueO2