Izquierda Unida-Verdes ha criticado hoy la falta de cuidados y el mal estado de conservación de un olivo milenario, considerado el árbol más antiguo de Lorca y que forma parte del catálogo de árboles monumentales de la ciudad y del árboles prioritarios de la Región y, por tanto, está protegido.
El concejal José García Murcia ha presentado fotografías del olivo, que está ubicado junto a las ruinas romana de la Villa de La Quintilla, en las que la proliferación de ramas hasta el suelo impiden ver su tronco de más de seis metros de diámetro.
Ha reclamado que el ejemplar sea revisado por los servicios técnicos de la concejalía de Parques y Jardines y ha reclamado el acondicionamiento de su estado y su mantenimiento permanente, con el objetivo de que el ayuntamiento pueda además presentar el árbol al Concurso Nacional de Olivos Monumentales.
El catálogo de árboles monumentales de Lorca incluye 73 ejemplares protegidos de 13 especies distintas, entre los que se encuentra este olivo, que es el árbol documentado más antiguo que existe en el municipio ya que los expertos consideran que fue plantado por los habitantes de la villa romana, que estuvo ocupada en el siglo III después de Cristo.
Según consta en el catálogo de árboles monumentales, incluido en el Plan Urbano de Lorca, su estado de conservación hace años que no es bueno ya que”el tronco está hueco y ha sufrido pérdida de parte de éste, no presenta brazos principales y su hábito está constituido por rebrotes que parten del mismo tronco”.
Junto a este olivo singular destacan en Lorca algunos de los mejores chopos lombardos de la Región, además ejemplares significativos de madroño, lames y olmo, que también aparecen recogidos en el catálogo, creado para establecer determinaciones que permitan la identificación, conservación y protección de los árboles más valiosos de la ciudad.
Junto a su nombre científico cada árbol recogido en el catálogo incluye el nombre con el que se le conoce de modo coloquial en su ámbito geográfico, como es el caso del “Plátano gordo” de la pedanía de Avilés, que con 30 metros de porte es uno de los más altos de la geografía lorquina.
Las fichas de cada uno de los árboles incluyen además mediciones de su perímetro y altura, las coordenadas de su localización, datos sobre la situación bioclimática en que se encuentra, del estado de conservación y datos históricos sobre el mismo.
En el caso del olivo de La Quintilla su estado de conservación y sus “carencias fisiológicas y mecánicas” hacen que se prevea la “muerte o pérdida irreparable de una parte” de su tronco.
Fuente: EFE