La Paca, tenemos un problema: consecuencias del culivo irresponsable de plantas aromáticas en las pedanías altas de Lorca

Los últimos años, el cultivo de plantas aromáticas en las tierras altas ha supuesto una alternativa económica viable para un gran número de agricultores, que de esta forma han podido diversificar los cultivos tradicionales de la zona. Es evidente el potencial de estas tierras para su cultivo, unido al proyecto de denominación de origen del tomillo rojo con una gran calidad para la industria cosmética y alimentaria.
El consenso es general para apostar por estas producciones, que además generan seguridad en beneficio de consolidar población en los núcleos rurales.
Sin embargo, corremos riesgo que estas ventajas se conviertan en problemas, sino se hace un buen proceso productivo a la hora de cultivar.
Es muy preocupante la proliferación de plásticos de agricultura troceados y esparcidos por los vientos tras el paso de tractores. Una contaminación que perdurará décadas. Estas acciones deben ser atajadas por los propios productores, los agricultores que llevan a cabo estas prácticas atentan contra los intereses y salud de todos los que viven en el entorno cercano. Además, ¿En cuántos años de cosechas más, los plásticos serán más abundantes que la tierra en la que se cultivan?
Si hablamos de la salud de los vecinos, el problema es mayor. Estos plásticos se degradan muy lentamente, un proceso que dura cientos de años. Los microplásticos que se desprenden lentamente pasan a la cadena alimenticia, afectando a largo plazo a los animales, entre ellos los humanos.
La gran mayoría de habitantes ve con buenos ojos el desarrollo de estos cultivos, pues las ventajas son muchas, pero sino se subsana el problema de los plásticos, es más que seguro que comience a generar un amplio rechazo a la vista de los videos tan desalentadores que podemos ver.
Pedro Quiñonero – BosqueO2